LA MUJER EN LA MÚSICA

Si alguien nos preguntase sobre el nombre de algún compositor de música clásica, todos sabríamos responderles con Mozart, Beethoven, Bach, Vivaldi o Falla por poner un ejemplo. Pero si preguntamos por el nombre de alguna compositora ¿Que pasaría? ¿Alguien sabría decirnos alguna?
Decimos que apenas hay mujeres músicos, o eso al menos creemos. A continuación haremos un breve recorrido a lo que ha sido la música clásica hasta nuestros días para tratar de demostrar lo contrario. No solamente en la composición, sino también en su contribución más que notable al mundo de la música.

miércoles, 5 de junio de 2013

Francesca Caccini

Francesca Caccini (1587-1640) fue una compositora, cantante, profesora de música, multiinstrmentista y poeta italiana del Barroco, conocida por ser la primera compositora de ópera de la historia.

Hija del compositor y cantante Giulio Caccini (quien la inició en canto, laúd y composición) y de la cantante Lucía Gagnolanti, Francesca fue una mujer muy cultivada; además de la música, controlaba otras disciplinas como los idiomas, la aritmética, la astrología o la alguimia. Las fuentes históricas la reconocen como una gran intérprete en arpa, laúd, tiorba, clave, y voz, que era su instrumento principal (esto se ve reflejado en sus obras para canto, que siempre compuso acorde a su registro y capacidades).

Francesca pasó una parte de su vida como intérprete; destacó en el grupo de cámara Concerto Caccini y en el dúo Concerto delle donne. En esta última agrupación pasó a trabajar para la corte de la duquesa Cristina de Lorena, y recibió clases de Contrapunto.

Poco después Francesca empezó a escribir música junto con el libretista Michelangelo Buonarrotti, creó la primera escuela de canto tal y como las conocemos ahora, y compuso la música para la ópera Il ballo delle Zigane. No es de extrañar que se convirtiera en la música mejor pagada de la corte y fuera apodada la Monteverdi de Florencia.

Compuso al menos dieciséis obras, entre las que se incluyen óperas, obras religiosas, seculares, vocales e instrumentales. Por desgracia, la mayor parte de dichas obras se ha perdido.

Me gustaría hacer referencia a una de sus obras, Lo mi distruggo, et ardo. A nivel compositivo, refleja las críticas que nos llegas de las fuentes históricas: en primer lugar, podemos ver que Francesca ponía especial atención en el aspecto rítmico de las obras, en relación con las sílabas y en los melismas, que escribía con gran precisión en sus partituras; y en segundo lugar, podemos escuchar cómo cedía más importancia al desarrollo armónico que a las disonancias generadas por el contrapunto (muy de moda en aquella época por las obras de Monteverdi). Aquí tenemos una grabación de la obra:

5 comentarios:

  1. Muy interesante, realmente tocó todos los "palos", insólito para una mujer de su época.

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  2. Me hubiera gustado muchísimo conocer a esta mujer, me he quedado sorprendida .

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  3. esto es una mierda total para la gente

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  4. pendejosssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss

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